En dos palabras: Im Presionante; no se puede decir mejor, ruta dura, dura; por el sendero en sí mismo y por las condiciones en las que se nos presentó el día, lloviendo hasta las 10,15 de la mañana, hora en la que al final se salió.
En el camino, agua, barro, barro y más barro. Las bicicletas, sufrieron de lo lindo, no se conocían marcas ni modelos, todo eran pegotes de barro. Los ciclistas, los conocías cuando hablaban, con la cara toda llena de viruela. Pero hemos disfrutado de un día grande de ciclismo, con mayúsculas.
Al final nos animamos a ir 13 del pueblo, a saber: Jacobo, Paco, Luis, Diego, Manolo, Francisco, Jesús, Alonso, Juan Miguel, Justo, Rume, Juanito y Enrique, añadimos a otro Justo, cuñado de Roberto, que hizo la ruta con nosotros.
El perfil de la etapa era de los llamados rompepiernas, con un par de puertos que "empanan al más pintao". Nada más salir del pueblo, una subida pasada por barro, en la que se retiraron los primeros ciclistas, al ver las condiciones que nos esperaban. Después, sierra tras sierra, por La Parra, La Morera, Nogales y el final en Santa Marta, donde aunque no nos pudimos duchar con agua caliente, nos esperaba la paella, junto con unos filetitos que nos levantaron el ánimo.
Por el camino, todas las incidencias posibles, abandonos, roturas de bicis, pinchazos, el tío del mazo, etc, lo normal en una etapa tan exigente. Pero conseguimos llegar, sintiéndonos orgullosos de haber acabado (y sin recortar y hacer la ruta de las chicas, cosa que estuvimos pensando un par de nosotros).
A Rume se le averió la bici, tuvo que esperar a que el de las fotos, el tinti local, lo llevara hasta la meta. A Paco, valiente el tío, se le perdió la pastilla de freno y estuvo media ruta sin freno trasero, yo creo que sacaba el pie y frenaba con la zapatilla en la rueda, como antes. A Diego y a algún otro, no les entraba la corona pequeña, que ha sido la más usada en ese día. Al resto, la mayoría de las marchas no nos entraban, pues el tocho de barro que llevábamos en los piñones o en el desviador no nos dejaba. Mención especial para Justo, con la lata que nos da con las bicis, que si esto no esta bien, que si aquello es así, que eres un trillo, pues va el tío y pierde la "biela entera, con pedal incorporado", increible pero cierto, tuvimos que estar un rato preparándole la bicicleta, pues con una biela sola no se atrevía a continuar, en fin una calamidad.
Medalla de honor, para Alonso "Cachito" y para Juanito Telo, que sin salir demasiado y en contra de la creencia popular, que pensaban que no iban a llegar, se tragaron la ruta entera y aunque no les sobró nada (como a ninguno), la terminaron. Otra para Jacobo Iglesias, que ni corto ni perezoso, va y se mete a hacer la ruta larga, la de los profesionales, 74 Km con más cuestas todavía, al final petó casi al final, pero el tío le echó casta.
En fin, como he dicho antes, UN DÍA DE CICLISMO DEL PURO.
Pido perdón por el video de la entrada, pero el día fue malo y se empañó la lente, no dejando que se vea bien, algún cachondo se puso a grabar ahí, esperando que alguno se cayera en el arroyo que teníamos que cruzar, pero aunque alguno se cayó, no fue de los nuestros, que lo pasamos bien.
Seguimos PEDALEANDO.
