lunes, 13 de diciembre de 2010

Por Proserpina


El día se presentaba tranquilo, en cuanto a personal, pues parecía que no había muchas ganas, pero este blog es una maravilla informativa y a eso de las 10:00 h nos encontramos en la parada con Jacobo, Juan Miguel (que parecía que iba al París Dakar), Pachi (que después de llevar media hora hablando de un mecánico mu bueno de Santa Marta, se le olvidó la mochila del agua y lo tuvimos que esperar), Roberto que siempre se acuerda de preparar la bicicleta 5 minutos antes de salir, Francisco y Jesús con indumentaria nueva, venían pa foto, impecables to blanquitos; Enrique, el hombre nos tuvo que abandonar por problemas mecánicos, justo pasar Mérida, aunque por un cúmulo de circunstancias favorables, cuando llegábamos de vuelta a Mérida se pudo unir y terminar como todos, y Justo que como siempre iba impecable en cuanto a vestimenta y en cuanto a máquina, igual, igual, igual.
Bueno hechas las presentaciones empezamos a debatir la ruta y decidimos ir a Carrascalejo. Hasta Mérida, todos tranquilos y hablando relajadamente hasta la avería de la bicicleta de Enrique y el paso inferior antes de la llegada a la rotonda de la ITV, que había un charco pa ahogarse; reunidos todos en la rotonda de la ITV y con la baja de Enrique, enmudeció un poco el grupo, pero tomando el camino hasta Proserpina se empezó a animar la cosa. Jesús estrenó su traje Scott (o como se escriba) en una de las caídas y levantadas más rápidas que he visto pero sin consecuencias físicas ni mecánicas. Se pasó Proserpina y tomamos el camino hacia El Carrascalejo muy animados y divertidos por la orografía del terreno que era muy propicio para ir en bici; llegamos a El Carrascalejo y repusimos fuerzas en el sitio de descanso de otras veces (unas piedras que podéis ver en las fotos) aunque sesteamos un poquito más de la cuenta, fotos, meadita, charla, más fotos... en fin retomando la ruta con la barriguita llena. Seguimos disfrutando con nuestras máquinas del camino y del día; hasta que llegamos al riachuelo antes de cruzar la vía, que nos hizo pensar a más de uno como cruzarlo, pero sin pensarlo dos veces, vamos ni una tampoco, nuestro valiente compañero Jacobo nos abrió el camino pasando sin inmutarse; no nos dio tiempo ni a sacar el teléfono para grabar; siguiendo uno tras otro, unos grabando desde una punta y otros de otra, haciendo quiniela de quien iba a ser el que se bañara en el agua fresquita, esto va por Pachi. JuanMi ni corto ni perezoso se quito sus zapatillas y sus calcetines (2 pares) y paso con su bicicleta al hombro (el miedo es libre).
Pasada la dificultad mayor del día seguimos disfrutando, a la llegada al recinto ferial de Mérida donde nos estaba esperando el amigo Enrique con sus máquinas en perfecto estado de físico y de funcionamiento... que se unió para terminar hasta Arroyo. Ya con cierta pesadez en las piernas afrontamos la carretera hasta casa donde la subida hasta el alto Sevilla se nos hizo pesada, recuperando en la bajada hasta el cruce de Calamonte y tras el llano, hasta Los Llanos. La última dificultad montañosa del día, la subida de la Fuente Santa, donde Jacobo la afronta sin piar y después de saludar al pequeño de la saga, que nos estaba esperando, unos lavamos las máquinas y otros directamente al Pincho y cervecitas pal cuerpo.



1 comentario:

Roberto dijo...

Si señor, no se puede narrar la historia mejor, aunque falta por citar la segunda caida de Andy Schleck entre dos piedrazas y las continuas siestas al final del grupo de Justito, que en los últimos metros al ver la meta esprintó como si fuese un Acinonyx jabatus (guepardo) detrás la gacela arroyana. Jejejeje.
Saludos y hasta la próxima (Rober)